
Por ello, es necesario aclarar lo siguiente: No hay sociedad ni grupo social sin un nivel o grado de cultura hídrica. Decir que se necesita enseñar una cultura hídrica equivale a ignorar que cada comunidad tiene una, más o menos perfectible. Lo correcto, en el contexto actual, es señalar que se debe cambiar una cultura hídrica por otra. Para ello es necesario reestructurar los modos de percibir, de creer, de conocer, de organizarse, de vivir y de proyectar un futuro común. Esta idea implica un impacto que va mucho más allá del manejo del agua en una comunidad: impacta en toda la cultura, implica transformar los modos de pensar, sentir, actuar y desarrollarse.
¿Cuál es una adecuada cultura del agua?
Es el conocimiento real de la importancia del agua como un recurso natural limitado. Generando así un hábito en la población del uso, aprovechamiento y conservación adecuada y razonable del agua. También busca creer responsabilidad la utilización del líquido elemento, que afecta negativamente la economía, salud y medio ambiente, no solo del Perú, sino del mundo entero.
El problema en el país
Falta de una cultura del agua que exponga el valor de ésta en la vida de las personas y la comunidad. Existe conocimiento sobre las prácticas del cuidado del agua, pero no una acción, debido a que no se conoce el real problema del agua como recurso hídrico escaso. Según Flavio Ausejo, Coordinador del Diploma en Gestión Integral y Sostenible del Agua de la PUCP, cuidar el agua en el Perú no es una opción, es una obligación. Debido a factores fuera de nuestro control como el calentamiento global, la disponibilidad de agua para los diferentes usos del hombre y para la naturaleza –porque la naturaleza también necesita del agua para preservar los ecosistemas- está reduciéndose. Eso implica que debemos darle un uso racional, reduciendo el desperdicio al mínimo y no contaminando las fuentes de agua.
¿Cómo lograr una correcta cultura del agua en el país?
Para lograrlo es necesaria la participación de todos, en particular de las autoridades (el gobierno) a fin de diseñar y ejecutar políticas públicas destinadas a lograr estos objetivos, y también de los partidos políticos y sus representantes (los políticos) para que esta discusión y sus propuestas estén orientadas a preservar el agua, y esté presente en la discusión de los temas nacionales, y puedan ser debatidos para buscar soluciones concretas y rápidas
Además, Cada peruano pueda hacer algo al respecto también, cambiando sus hábitos de consumo del agua hacia prácticas más ahorrativas, pero esto no va a ser suficiente si no está acompañado de políticas públicas desde el gobierno a fin que como país tomemos conciencia del problema y empecemos a tomar decisiones para reducir el desperdicio y la contaminación.
La cultura del agua en la población peruana
Después de El Cairo, Lima es la ciudad más grande ubicada en un desierto, y la gente ignora este hecho. Razón por la cual, consumen, desperdician y botan el líquido sin siquiera reciclarla. El 50% de habitantes en el Perú vive en la costa, y la mayoría, aunque vive en el desierto, no toma conciencia acerca de las fuentes originales de agua que están recibiendo en sus casas.
La problemática del agua en cuanto a su posible escasez, parece no ser un asunto que preocupa actualmente a las personas en el Perú. Sólo el 36,6% considera que en el país tenemos escasez de agua.
Las personas no vinculan lo suficiente los problemas del calentamiento global y el cuidado del medio ambiente con los problemas del agua: En la misma encuesta, sólo 2,3 % menciona la contaminación del agua, ríos o mares; y sólo 8,3% menciona la escasez del agua como una consecuencia del cambio climático.
A pesar de que los servicios básicos de agua y saneamiento son considerados como indispensables, 43,6 % considera que paga mucho o demasiado por ella. Sólo un 27,9% estaría dispuesto a pagar más por los servicios siempre y cuando se garantice que las aguas residuales sean tratadas antes de ser eliminadas al mar o a los ríos.
Un 30% no cuenta con el conocimiento del significado de agua potable y desconoce que el agua que bebemos requiere de algún procedimiento adicional para asegurar que no afecte a la salud.
Estadística tomada de investigación del Grupo RRPP y El Grupo Agua 2010.
¿Sabes cuánta agua utilizas en tu hogar?
Resulta difícil saber cuánta agua utilizamos en nuestros hogares, pero este es un tema sumamente importante en la actualidad. A continuación presentamos algunos cuadros con datos interesantes, estamos seguros servirán para motivarte a cuidar el agua. Recuerda que cada gota que cada uno de nosotros ahorre permitirá generar un océano de esperanza para muchos que no cuentan con ella.
“La gente no valora lo que significa el agua potable, creen que es un bien que proviene de Dios”................ Iris Marmanillo (Grupo Agua)
Tomar conciencia que el agua cuesta y que es más barato ahorrarla que traerla hasta nuestras casas, ayudará a que otros cuenten con este recurso.

¿Cuánto pagamos?
Los usuarios domésticos, sufragan el 70% y están siendo subsidiados en 30% del costo real por comerciales e industriales, Humberto Reyes, jefe del Equipo Control de Gestión de SEDAPAL, indicó que se debe realizar una evaluación de subsidios, pues se deben respetar las cifras y tener un precio relativamente más bajo.
Los subsidios que brindan las empresas para que los usuarios paguen menos, cubre las necesidades totales de SEDAPAL, pero esta cantidad no cubre los megaproyectos, por lo que muchas veces se trabaja con el apoyo de las empresas privadas.
Tomar conciencia que el agua cuesta y que es más barato ahorrarla que traerla hasta nuestras casas, ayudará a que otros cuenten con este recurso.
Entender el valor del agua pasa por conocer cuánto cuesta tenerla en la casa, cuánto se gasta luego que sale de nuestros hogares y cuánto pagamos por este recurso. En Lima la tarifa promedio de SEDAPAL es de 2.10 soles por metro cúbico, que incluye el costo operativo del agua y el costo medio.




EL AGUA ES VIDA
!! CUIDALA !!



CULTURA DEL AGUA

¿A qué llamamos cultura del agua?
Según El Programa Hidrológico Internacional de la UNESCO, la cultura del agua se puede definir como el conjunto de creencias, conductas y estrategias comunitarias para el uso del agua que puede ser leída en las normas, formas organizativas, conocimientos, prácticas y objetos materiales que la comunidad se da o acepta tener; en el tipo de relación entre las organizaciones sociales que tienen el poder y en los procesos políticos que se concretan en relación con el aprovechamiento, uso y protección del agua. La cultura hídrica es siempre un concepto de grupo, resultado de las percepciones socioculturales y los valores que circulan entre y atraviesan a los sujetos. La cultura hídrica es la acumulación de experiencias en una memoria social poseída por todos. Avanza en niveles concretos de comprensión de la realidad y de elaboración conceptual que permite el refuerzo de actitudes individuales y colectivas para enfrentar los desafíos de la realidad.
Para la población peruana ¿se paga mucho por el agua?
El discurso sobre el agua indica estar relacionado directamente con la vida y la salud, y a pesar de que se considera como indispensable, no se está dispuesto a pagar mucho por ella. En estudio realizado por el Grupo RPP, de aquellos que cuentan con acceso a la red pública, 43,6 % considera que paga mucho o demasiado por ella, cifra que se incrementa entre los que no cuentan con acceso directo a la red (50,7%).
Por otro lado, el agua no se percibe como un recurso que se pueda agotar totalmente. Se considera que es un derecho de todos, sin embargo se desconoce lo que se puede hacer para que esté al alcance de todos; esto último debido a que consideran que la solución del problema es responsabilidad de las autoridades, situación que refleja que no hay conciencia del deber de cuidarla para que otros puedan obtenerla.
Entonces, existe un sentimiento común con respecto a que se paga demasiado por el agua, e inclusive en los últimos años se han registrado quejas por recientes incrementos en las tarifas. Es necesario resaltar que la sensación de pagar demasiado o mucho por el servicio no está ausente de quienes declaran conocer que es necesario darle un tratamiento al agua para su consumo. En ese sentido, parecería poco probable que incidir en este aspecto pueda ayudar a que las personas sientan que el agua que llega a sus hogares tiene un mayor valor.
Gestión Integral de los Recursos Hídricos
“El desarrollo de la Cultura del Agua", debe encontrarse entre las prioridades de un Plan de Gestión Integral de los Recursos Hídricos, ya que este permitirá en el mediano y largo plazo cambiar las perspectivas que hoy se nos presentan como amenazas, a través de un giro en el nivel de conocimientos y de participación ciudadana en el tema, lo que ha de conllevar a una vigilancia pertinente y eficiente del recurso.
Estrés hídrico: Agua en peligro
El estrés hídrico es un fenómeno cada vez más extendido que provoca un deterioro de los recursos de agua dulce en términos de cantidad (acuíferos sobreexplotados, ríos secos, lagos contaminados) y de calidad (eutrofización, contaminación de la materia orgánica, intrusión salina). Sucede cuando la demanda de agua es más grande que la cantidad disponible durante un periodo determinado de tiempo o cuando su uso se ve restringido por su baja calidad. Ejemplo como.
Gran parte de España registra un elevado riesgo de sufrir un deterioro de la cantidad y calidad del agua, teniendo en cuenta que la demanda de agua en España entre 1975 y 2006 ha aumentado entre el 50% y el 70%.
Nuestra sociedad no es consciente de los problemas que pueden traer una escasez de agua y su uso es desproporcionado con un despilfarro enorme en el ámbito doméstico. España es el país de Europa que más agua consume en los hogares, con una media de 250 litros por persona y día.
Un gasto prudente y la utilización de sistemas eficientes evitarían un empeoramiento del problema. En ese sentido, hay que seguir fomentando una nueva cultura del agua que permita entre todos la gestión sostenible de este valioso recurso.